Fue entonces cuando recordó algo que había visto antes: nuestra empresa de autofinanciamiento. Ya nos había encontrado en redes sociales y anuncios en la ciudad, pero fue su asesora, Celeste, quien terminó de convencerlo. “Se me hizo muy factible, muy cómodo los pagos y todo”, cuenta. Para él, la clave era encontrar un esquema de pago que se adaptara a su situación, y aquí lo encontró.
Desde el primer contacto, el proceso fue rápido y sin complicaciones. “Pregunté un jueves y ya en dos semanas tenía respuesta. Todo fue súper bien, súper rápido”. Además, su familia lo apoyó en la decisión, lo que le dio aún más confianza.